Agustín Santana Correa, 06.10.2025
Nuestro periódico La Provincia suele publicar artículos sobre pequeñas empresas muy antiguas que han logrado sobrevivir al tiempo.
Hoy le ha tocado a la Peluquería Castro, en la calle Jerónimo Falcón, que abrió sus puertas hace sesenta años, en 1965.
Yo tenía catorce años y vivía tres casas más arriba, hacia Tomás Morales, en el que fue mi barrio de infancia, donde era feliz con mi calle, mi barrio, mia familia, mis amigos, la Pandilla del Parquillo.
Eran tiempos de los juegos en la calle, y Pepe Castro era un ejemplo para todos por su personalidad, su seriedad y su profesionalidad. A diario le saludábamos y le preguntábamos por los coches que tenía aparcados en su puerta, coches de segunda mano que él revendía para ganarse unas perrillas de más.
Jugaba al fútbol en el equipo de la empresa de mi padre, y alguna vez jugamos juntos aunque yo era un chiquillo. Tantos años después me he alegrado mucho de verle en este artículo de La Provincia que habla de un hombre bueno, que es feliz en su trabajo, que con ochenta y cuatro años sigue abriendo todos los dias su peluquería, y que disfruta de su tiempo libre en vacaciones con su caravana.
Larga vida al bueno de Pepe Castro y que los que quedamos del barrio le sigamos viendo, aunque por la distancia sea solo en los periodicos.
La Provincia, 06.10.2025
